Por si fuera poco con eso, para el postre Ana nos trajo un par de bandejas de cup-cakes que estaban también muy malas. En fin como podéis ver en las fotos seguimos pasando hambre por aquí:
Después de la comida, echamos la tarde jugando a la Wii, escuchando a Antonio y a la hija de Ana tocar la guitarra y para acabar nos volvieron a invitar a cenar.
MUCHAS GRACIAS a todos y en especial a los padres de Antonio y a su hermana por hacernos sentir como en casa! Ha sido un placer conoceros y... María José: nunca olvidaremos esa pedazo de fabada! ;)
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ResponderEliminarDavid, hermano de Ángela